domingo, 9 de abril de 2017

Maria de la O


Para mis manos tumbagas,
para mis caprichos monedas.
Y para mi cuerpo lucirlo
mantones bordados, vestidos de seda.

La luna que yo pida, la luna que me da.
Que para eso mi payo ha visto
más parnés que tiene un sultán.

Envidio tu suerte,
me dicen algunas al verme lucir.
Y no saben pobres la envidia que ellas me causan a mí.

María de la O, que desgraciaita
gitana tu eres teniéndolo to.
Te quieres reír y hasta los ojitos
los tienes morados de tanto sufrir.

Maldito parné que por su culpita
dejaste al gitano que fue tu querer.
Castigo de Dios, castigo de Dios.
Es la crucecita que lleva a cuesta María de la O.

Para su sed fui el agua,
para su frío candela.
Y para su beso amante de entre sus brazos mi carne morena

Querer como aquel nuestro, no hay en el mundo dos.
Maldito dinero que así de su vera a mí me apartó.

Serás mas que reina
me dijo a mí el payo y yo le creí.
Mi vida y mi oro daría yo ahora por ser lo que fuí.

María de la O, que desgraciaita
gitana tu eres teniéndolo to.
Te quieres reír y hasta los ojitos
los tienes morados de tanto sufrir.

Maldito parné que por su culpita
dejaste al gitano que fue tu querer.
Castigo de Dios, castigo de Dios.
Y es la crucecita que lleva a cuesta María de la O.
María de la O

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